Ocupó el cargo de escribiente en el Ministerio de Instrucción Pública en 1884, fue ascendido a Oficial Mayor de dicho Ministerio (1885), puesto en el que brindó una gran colaboración a Mauro Fernández en la reforma educativa aprobada en esos años. En 1890 desempeñó el cargo de presidente de la Junta de Educación de San José. En 1889 viajó a Europa, donde visitó escuelas, conoció nuevas experiencias educativas y estableció contacto con reconocidos educadores europeos. Colaboró  con el Boletín de las escuelas primarias en 1906; en 1907 dirigió la Revista de enseñanza y laboró como profesor en el Colegio Superior de Señoritas. En 1893 se alejó de las actividades académicas para dedicarse a las labores agrícolas en la región de Talamanca. En reconocimiento a su labor en favor de la educación, la llamada "Escuela Metálica" de San José lleva su nombre.