Abogado, escritor, periodista, magistrado de la Sala de Casación, una de las figuras más influyentes de la cultura costarricense de la segunda mitad del siglo XIX; se le considera el introductor en Costa Rica de las ideas filosóficas de Augusto Comte y de H. Spencer. Nació en La Habana, Cuba; estudió derecho y obtuvo un doctorado en 1867. Participó en una guerra en 1868 y en varias actividades políticas; apoyó el primer decreto de abolición de la esclavitud aprobado en Cuba. Como fundador de la República, redactó junto con Ignacio Agramonte la primera constitución de su país. Al terminar la guerra de Cuba, viajó a Costa Rica donde vivió desde 1876 hasta 1882. Ejerció de abogado y mantuvo interesantes polémicas filosófico-religiosas en algunos periódicos de la época. El gobierno de Tomás Guardia lo obligó a salir del país en 1882; regresó al año siguiente y de inmediato se le encomendó una misión de Ministro Plenipotenciario en Nicaragua, Estados Unidos y México. Elaboró trabajos legislativos como la ley del sistema métrico, la fundación del Registro Civil y de la herencia testada. Dictó numerosas conferencias, publicó una cantidad importante de artículos sobre diversos temas en la prensa de la época. Dejó algunas publicaciones adoptadas como texto en la Escuela de Derecho (Estudios jurídicos e ideas de estética, literatura y elocuencia). En 1907 publicó La poesía de la historia, que recoge algunos de sus discursos y trabajos literarios. Fundó la Sociedad de Seguros, fue profesor en la Universidad de Santo Tomás en la Escuela de Derecho y en  varios colegios de segunda enseñanza de San José; presidente del Ateneo de Costa Rica y de la Junta de Educación de San José. Cuando volvió a Cuba, se vinculó al Partido Autonomista y fue enviado como diputado a las Cortes de España. Viajó a Ecuador y regresó a Cuba en 1912 donde se dedicó a labores periodísticas.