Considerado el
mayor promotor y representante de su generación, renovó profundamente la lírica
costarricense al incursionar de manera novedosa en la temática erótica y
política. En sus poemas, la amada y los distintos momentos de la unión amorosa
se metaforizan en relación con la naturaleza, lo que confiere frescura,
naturalidad e incluso carácter místico a la sexualidad. El amor sexual y la
búsqueda de lo elemental y cotidiano humanizan el mundo y proponen la armonía
de este con el ser humano. También la poesía social adquiere en sus poemas un
tono nuevo, de solidaridad, crítica y búsqueda de la paz y la utopía.
Poeta
fecundo, dotado de gran conciencia en su labor poética y de su significado
social. Instinto, cultura y responsabilidad se conjugaban en él armoniosamente.
Su poesía evolucionaba a un
realismo social de altura poética, lleno de símbolos vigilantes.
Fundador del grupo
Poetas de Turrialba que, más tarde en San José, se convirtió en el Círculo de
Poetas Costarricenses. Participó activamente en la Asociación de
Autores Costarricenses y en la Editorial Costa Rica. En julio de 2000 fue
declarado Benemérito de las Letras Patrias por la Comisión de
Honores de la
Asamblea Legislativa de Costa Rica.